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Gracias!

Queridos amigos de nuestra pequeña Fundación,

Una vez más nos estamos acercando al final de un año y con ello al momento de dedicarnos a una retrospectiva para rendir cuentas y agradecer por los apoyos recibidos.

Lamentablemente la retrospectiva comienza con una triste despedida, ya que el 29 de octubre falleció nuestra querida amiga Hannelore Hübner, quien hasta sus últimos días nos brindó un apoyo incansable y entusiasta. La venta en Alemania de las playeras bordadas por las mujeres Mazahuas fue para ella un tema, al que se dedicó con todo el corazón, ayudando de esta forma a las bordadoras a superar más de un momento de penuria, además de que en repetidas ocasiones aportó valiosos recursos a nuestro presupuesto. Descanse en paz, querida Hannelore, le recordamos con profundo agradecimiento.

La retrospectiva del año 2023 a primera vista resulta poco espectacular, ya que fue ante todo un año de actividades de rutina y perfeccionamiento. Rutina en cuanto a la atención de las/los pacientes del Hospital de Tepexpan, una actividad que lamentablemente se vuelve cada vez más difícil debido al cambio constante del personal directivo y la creciente influencia de un sindicato corrupto. Rutina también en la siempre necesaria reparación de sillas de rueda defectuosa o la adquisición de otras nuevas, colchones y cojines antiescaras y recambio de sillas de rueda especiales que les van quedando demasiado chicas a nuestros pacientes juveniles. Actividades de perfeccionamiento ante todo para apoyar el tratamiento fisioterapéutico de los pacientes que recibieron nuevas prótesis el año pasado y para acompañar la conquista del mundo sonoro por parte del pequeño Emilio que gracias a un equipo auditivo especial, a la edad de 9 años apenas está aprendiendo a oír y con ello está avanzando en su rendimiento escolar.

Naturalmente también durante este año seguimos trabajando en nuestro proyecto de larga duración llamado “Omar”, el cual, poco a poco se acerca a su fin. El niño desvalido de antaño se ha convertido en un hombre joven, que gracias a la beca que le fue concedida el año pasado, se está esforzando por terminar la preparatoria abierta, que esperamos le dé mejores perspectivas en el mercado laboral. Para ello, aparte del aspecto académico, todavía le queda mucho por aprender, desde el manejo sensato del dinero (que a diferencia de otros niños y adolescentes, hasta hace pocos años nunca había tenido físicamente en sus manos) hasta las posibilidades de trasladarse en esta ciudad conflictiva, donde no abundan facilidades para personas con discapacidad en el transporte público.

También durante el año que termina, todas estas actividades muy diversas sólo las pudimos asumir con la valiosa ayuda de nuestros amigos y donadoros, por lo que les agradecemos de todo corazón, también en nombre de los beneficiarios y les deseamos una Feliz Navidad y mucha salud y experiencias gratificantes para el Nuevo Año.

Cordialmente

Ruth Mennel y Edda Webels-Wolf

FUNDACIÓN DELFINO DEL ÁNGEL MELO A.C.
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Informe anual 2022

A pesar de que en un principio este año no se presentaba bajo buenos auspicios, en el transcurso del mismo se presentaron algunas circunstancias inesperadas, incluyendo varios donativos importantes, que cambiaron radicalmente las perspectivas de vida de varios de nuestros beneficiarios.

Una de estas casualidades favorables fue que nuestra presidenta obtuvo de un taxista amputado de piernas la dirección de un técnico protesista excelente, que con su capacidad técnica y buena disposición acabó cambiándoles la vida a tres de nuestros recomendados. El primero fue José de Jesús, un trabajador que había sido asaltado y aventado frente al tren en la zona industrial de Toluca, perdiendo en este percance ambas piernas. Mientras tanto cuenta con ambas prótesis y se encuentra en rehabilitación el hospital de Tepexpan, feliz de poder desplazarse independientemente con la ayuda de una andadera.

La siguiente beneficiada fue Estefanía, una joven estudiante que desde que fue atropellada por un coche a la edad de dos años regularmente había tenido que vérselas con prótesis baratas nuevas mientras que ahora, ya siendo adulta, el técnico le adaptó una prótesis de rodilla óptima para una muchacha joven, según palabras del propio protesista Eric.

Pero eso no fue todo: Gracias a otra conocida casual de nosotros pudo entablar contacto con la fundación de uno de los principales bancos de México y ganar una de las becas que dicha fundación otorga a estudiantes talentosos con alguna discapacidad, recibiendo además una oferta de trabajo del mismo banco.

El tercer beneficiado fue Luis, quien vive en un pequeño pueblo del Edo. de Michoacán, donde había batallado desde hace muchos años con su prótesis vieja y desvencijada, la cual ahora le fue sustituida por un ejemplar nuevo, en perfecto estado.

Otro de los ganadores de este año fue Emilio, un niño de diez años de edad, sordo de nacimiento, que al serle adaptado un equipo auditivo tuvo por primera vez la experiencia – deslumbrante para él – de oír sonidos y voces. Mientras tanto asiste a una escuela especial y ya ha aprendido a hablar mucho mejor.

Pero fue Omar, nuestro protegido de tantos años, para quien 2022 fue un año de cambios y bene- ficios extraordinarios. Ya a principios del año, gracias a un donativo especial, pudo cambiar su vieja silla de ruedas, desvencijada tras 8 años de uso interrumpido, por otra nueva. Después de las dificultades de los años de pandemia, terminó exitosamente sus estudios de secundaria. Desde hace tiempo nosotras estábamos buscando afanosamente un oficio que le permitiera ganarse la vida en el futuro, sin que encontráramos algo adecuado para sus dedos deformados por la enfermedad. La solución surgió a partir de la fundación bancaria arriba mencionada, que le otorgó una beca parcial para cursar los tres años de la preparatoria. Actualmente no sólo lo vemos muy entusiasmado con sus estudios, sino desarrollando además, lo que siempre deseábamos, una creciente independencia en la solución de problemas de la vida cotidiana. A esto contribuyó en gran medida un curso de tres días para el manejo de sillas de rueda ligeras, que aparte del aspecto físico-técnico, le deparó por primera vez en su vida una convivencia de 72 horas con un grupo de personas que, igual que él, dependían para su movilidad de este elemento auxiliar. Como corolario feliz del curso, estuvo entre el grupo de participantes que recibieron en donación una de las sillas de ruedas ligeras con las que habían estado practicando. Desde hace algún tiempo, Omar ya toma el Metrobús (el único medio de transporte público apto para silla de ruedas) para ir a su fisioterapia y afortunadamente pudimos ganar el apoyo amistoso de Israel, quien durante muchos años había ayudado a uno de nuestros enfermos en Tepexpan, para que lo acompañe en muchos de sus intentos de moverse con mayor libertad.

Después de este informe especial sobre los grandes „ganadores“ del año pasado, nos queda por mencionar que no dejamos de apoyar a nuestros amigos con discapacidad del Hospital de Tepexpan, para los que hemos aportado algunos materiales como guantes y válvulas y mascarillas para los generadores de oxígeno, así como a las Sores Vicentinas y a la pequeña Judith afectada de parálisis cerebral. Ella ya cumplió 15 años y no solo necesitaba una nueva silla de ruedas especial, sino lamentablemente también tuvo que ser hospitalizada dos veces por pulmonía, infecciones urinarias y severas escaras. Tanto para su nueva silla de ruedas como para las medicinas y el material de curación especial que necesita, seguimos contando con la ayuda de la fiel donadora anónima en los Estados Unidos.

La silla de ruedas que le quedó chica a Judith se entregó al pequeño Andrés de Michoacán, que por severas quemaduras fue tratado en la CDMX y acogido por las hermanas Vicentinas que nos pusieron en contacto con él.

Gracias a la generosidad de nuestros donadoros también le pudimos entregar a Aquilino una nueva silla de ruedas eléctrica, que todavía requiere de algunas adaptaciones, ya que Aquilino sólo la puede poner en marcha mediante un interruptor de pedal.

Algunos pacientes del Hospital de Tepexpan y habitantes de pueblos retirados se beneficiaron de sillas de ruedas estándar reparadas por nuestro colaborador Enrique.

Para concluir, sólo nos queda agradecer de todo corazón a quienes, con sus donativos, nos per- miten mejorar un poco las condiciones de vida de este grupito de personas, a la vez que les deseamos a todos un año de salud, paz y felicidad

Informe anual 2020

A pesar de la preocupante evolución de la pandemia y de los confinamientos y las restricciones temporales, algunas de nuestras actividades siguieron su curso normal, mientras que en otras áreas tuvimos que responder a las exigencias del momento.

En lo referente al primer grupo cabe mencionar el Hospital para Enfermos Crónicos en Tepexpan, donde nuevamente prestamos apoyos diversos, como por ej. la reparación de sillas de rueda convencionales, aparte de la donación de sillas de rueda especiales, con respaldo extendido y abatible. Gracias a nuestros contactos con Master 95, otra organización filantrópica logramos que algunas de las camillas para el baño, que se encontraban en un estado deplorable, fueran sustituidas por 3 nuevas, a las que les habrán de seguir otras 9. Lamentablemente estos importantes elementos auxiliares fueron suministrados con ruedas demasiado pequeñas, que afectaban seriamente su estabilidad, por lo que tuvimos que hacernos cargo del recambio de las ruedas correspondiente.

En el marco de nuestra cooperación con las Hermanas de San Vicente de Paúl, aparte de un apoyo para la casa provincial en la Ciudad de México, volvimos a enviar un donativo para la compra de semillas a las Sores que trabajan en lo más remoto de la Sierra Tarahumara. En las fotos se puede apreciar el resultado que muestran orgullosos los campesinos beneficiados.

Omar, el joven mazahua con discapacidad, a quien tratamos de preparar para una vida activa y lo más normal posible, se vio bastante afectado por la interrupción de sus clases presenciales de secundaria y la pérdida de la estimulante presencia de sus compañeros. Por el otro lado, pudo continuar su tratamiento fisioterapéutico con dos sesiones semanales con su doctora sin interrupción, no obstante lo cual sentimos que la pandemia inevitablemente significa un retraso en el camino hacia la meta ansiada.

Entre las actividades motivadas por la pandemia cabe mencionar el apoyo financiero otorgado a un enfermo para la adquisición de un tanque de oxígeno así como la compra de cubrebocas para dos hospitales.

Totalmente desesperados a consecuencia de la paralización total del turismo, una familia de tejedores de Teotitlán del Valle, Oaxaca, que conocemos desde hace muchos años, nos solicitó un préstamo de emergencia, el cual ya ha comenzado a devolver. Una joven estudiante, miembro de la familia, que nosotros apoyamos con una pequeña contribución para gastos de colegiatura y transporte, puso en práctica con notable habilidad nuestra propuesta de elaborar un catálogo de sus productos, el cual nosotros nos encargamos de circular por correo electrónico, logrando así que se fincaran varios pedidos.

Estas fueron, a grandes rasgos, nuestras actividades en este azaroso año 2020.

Gracias

Después de su exitosa cirugía, Omar celebra su cumpleaños n° 19  dando unos  primeros pasos con la andadera, y con una ansiada comida con su mamá en el Sanborns. Aun faltan muchas semanas de duro trabajo de rehabilitación, pero está muy feliz y envía un saludo agradecido a todos los que con su apoyo le han permitido  lograr estos avances.

Gracias a intensa rehabilitación, Omar ya está en condiciones de ensayar pasos apoyado en dos muletas, con una férula más ligera en una sola pierna. 

Enrique Vieyra, nuestro apoyo imprescindible en el Hospital de Enfermos Crónicos de Tepexpan, entrega una de las nuevas sillas de rueda con respaldo extendido y ajustable  a una de las ancianas alojadas en un sector del Hospital para Enfermos Crónicos de Tepexpan.

   Felices con sus nuevas sillas de rueda más adecuadas a sus necesidades.

Informe anual 2019

Una vez más se acerca el fin de un año y con ello el momento para pasar revista las actividades de los doce meses pasados. En general, el año 2019  transcurrió de la manera  acostumbrada, con visitas en el Hospital para Enfermos Crónicos en Tepexpan, donde organizamos y financiamos el mantenimiento y la reparación de sillas de rueda,  la adquisición de medicamentos y la entrega de colchones especiales y Aquagel contra escaras, así como la compra de un colchón nuevo para la mesa de fisioterapia. Entre las necesidades recientes destacan  varias sillas de ruedas especiales  con respaldo alto con un valor total de 4000 EUR.

A las sores vicentinas que trabajan en lugares remotos de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, atendiendo a la población indígena de muy bajos recursos, les enviamos  donativos en especie así como dinero para la compra de semillas y leche en polvo y tela polar para confeccionar  ropa de abrigo para los niños. 

En Oaxaca apoyamos a una estudiante brillante de una comunidad indígena, con una pequeña contribución mensual para su colegiatura.  

Con otra contribución pecuniaria le ayudamos a un hombre joven que perdió una pierna debido a un accidente de trabajo. Con este apoyo pudo adquirir una prótesis que le permite trabajar como albañil y ganar el sustento para su familia. 

Finalmente cabe mencionar nuestras actividades en el pueblo mazahua de San Antonio de las Huertas. Allí estuvimos apoyando desde hace algún tiempo a una señora que perdió la vista debido a la diabetes y que gracias a un tratamiento especial al menos logra percibir sombras. 

Sin embargo, el aspecto central en este pueblo lo constituye el joven Omar, de quien nos hemos estado ocupando desde hace ya 12 años. En este lapso se ha convertido en un adulto joven, ansioso de aprovechar cuanta oportunidad de aprendizaje encuentra, y con un talante amable y positivo, pese a los problemas que le causa su discapacidad.  Debido a un ambiente hostil  y la falta total de oportunidades que marcaría  su futuro en el pueblo, decidimos traerlo a la capital con miras a ofrecerle la posibilidad de completar su educación y capacitarse para una vida laboral digna y autónoma.  Un primer paso importante en esta dirección fue una intervención quirúrgica que, al aflojar sus tendones y reducir la contractura causada  por su enfermedad congénita, permite una mayor movilidad de sus articulaciones. Sin embargo, la cirugía requiere como complemento insustituible un largo proceso de medicina física para la rehabilitación y un esfuerzo asiduo de parte del propio joven. Gracias a ello, en octubre, en su cumpleaños número 19, logró dar los primeros pequeños pasos con férulas en ambas piernas y apoyado en dos muletas. Mientras tanto ha avanzado considerablemente en este proceso, cuyo objetivo final es que ya no dependa de la silla de ruedas para movilizarse. Además, en el interín hemos podido encontrar una institución en la que puede cursar de manera comprimida la secundaria y posiblemente también la preparatoria. El entusiasmo con el cual se dedica a sus ejercicios y la curiosidad con que asume todo lo nuevo son buenos augurios para el éxito de nuestros esfuerzos por abrirle el camino a un futuro digno e independiente.

Todas estas actividades no hubieran sido posibles sin el generoso apoyo de nuestras donadoras, por lo que no queremos concluir el año sin agradecer de todo corazón a todas y cada unade ellas, a la vez que les deseamos un año nuevo con mucha salud y todo tipo de satisfacciones.

Informe anual 2018

Durante el año pasado nuestras actividades inevitablemente se vieron constreñidas por las limitaciones de nuestros recursos tanto financieros como personales, reduciéndose básicamente a apoyos en el rubro de salud.

Como de costumbre, visitamos varias veces a nuestros amigos con discapacidad alojados en el hospital de Tepexpan, a donde llevamos colchones y cojines antiescaras, así como diversas medicinas, y nos ocupamos de la reparación de algunas sillas de ruedas. Afortunadamente, desde hace algún tiempo en Tepexpan en muchos aspectos contamos con el apoyo eficiente de nuestro estupendo colaborador voluntario, Don Enrique Vieyra y su esposa, Doña Juanita.

También a San Antonio de las Huertas se hicieron varios viajes. Allí todavía tratamos de apoyar al joven Omar (que mientras tanto ya es mayor de edad), aunque lamentablemente la falta de cooperación de la familia a menudo nos causa enorme frustración. Además de Omar y de algunas bordadoras mazahuas apoyamos a una mujer que ha perdido la vista a consecuencia de la diabetes y que gracias a un tratamiento especial, ahora percibe al menos una vagas sombras.

En la Sierra Tarahumara en el Estado de Chihuahua seguimos cooperando con las Hermanas Vicentinas en el proyecto de Corre Coyote. Para los meses de invierno, que allí suelen ser particularmente fríos, enviamos tela polar que las mujeres del lugar usaron para confeccionar ropa de abrigo para los niños. Por lo demás, apoyamos la compra de leche en polvo, así como de semillas, que durante el año pasado les permitieron recoger una buena cosecha.

En el sur del país seguimos apoyando un hospital de Juchitán, Chiapas, severamente afectado por los sismos de 2017.

Para una niña con quiste tirogloso aportamos una parte del costo de la cirugía. Además apoyamos a una pequeña con parálisis cerebral en la adquisición de diversos elementos que le permiten adquirir una mayor movilidad, y para un niño con discapacidad hemos encargado una silla de ruedas adecuada a sus necesidades, para la cual la familia sólo tendrá que desembolsar una parte mínima del costo.

Para uno de nuestros amigos adultos con discapacidad, mandamos construir una rampa que le permite subir con su silla de ruedas a la camioneta de su vecino y aprovechar así la buena disposición del vecino de ayudarle transportándolo.

Con especial alegría asistimos este año al acto de graduación como Licenciada en Enfermería de la estudiante que habíamos apoyado en los años pasados con un subsidio para la colegiatura y los gastos de transporte.

Informe anual 2017

Debido, por un lado, a nuestra precaria situación financiera, y por el otro, a problemas familiares y de salud de vario integrantes de nuestro pequeño equipo, nuestras actividades del año 2017 transcurrieron, durante los primeros siete meses, en un marco muy modesto, limitándose a medidas menores, como ayudas para la adquisición de medicamentos, donación de colchones y cojines especiales contra escaras para el Hospital de Tepexpan, reparación de sillas de rueda eléctricas y apoyo para la estudiante de enfermería Rocío, quien mientras tanto ha concluido sus estudios con resultado excelente.

Pero después de esta fase de escasa actividad, el mes de agosto nos trajo la gratísima sorpresa de un generoso donativo de la Fundación Pro-Interplast de Seligenstadt, [gracias a la mediación de nuestro viejo amigo y bienhechor, Señor Kühner,] que nos puso en condiciones de prestar valiosa ayuda a un considerable número de personas. En el Hospital de Enfermos Crónicos de Tepexpan, que desde nuestros inicios es uno de los focos principales de nuestra actividad, pudimos facilitarles medicamentos a varias personas con discapacidad, pagar una prótesis de cadera, así como de tratamientos dentales y de aparatos auditivos para una persona con graves problemas de audición, aparte de los siempre tan necesarios colchones y cojines anti-escaras.
En el marco de nuestro proyecto Corre Coyote pudimos enviar tela polar para la confección de ropa de abrigo aparte de otros materiales necesarios a esta remota región de la Sierra Tarahumara,-donde la estación invernal suele hacer serios estragos.
Además compramos varias sillas de ruedas manuales, sillas cómodo, colchones especiales y auxiliares auditivos para diferentes personas necesitadas y apoyamos a una mujer indígena de la selva Lacandona, que tiene que venir varias veces al año a la capital, para tratamiento médico y pudimos financiar una prótesis de pierna para un joven padre de familia.

Sin embargo, la mayor satisfacción nos dio el hecho, de que gracias a este donativo no sólo le pudimos financiar nuevos medicamentos, visitas médicas y sesiones de fisioterapia y renovar los aparatos ortopédicos que le habían quedado chicos a Omar, el muchacho Mazahua con mielomelingocele, nuestro protegido especial desde hace más de diez años. Desde que al término de la escuela primaria había tenido que regresar a su pueblo, nuestra mayor preocupación había sido que el muchacho, deseoso de leer y aprender, no podía asistir a la escuela secundaria, porque el camino de tierra que lleva a la misma, es tan accidentado que resulta imposible transitarlo en silla de ruedas. Ahora finalmente pudimos encargar una silla eléctrica robusta, para todo terreno, hecha a su medida, en un pequeño taller artesanal, dirigido por un ingeniero que es, él mismo, una persona con discapacidad. Esperamos que con este vehículo pueda concluir, aunque sea tarde, sus estudios de secundaria y desarrollar cierta autonomía, ya que dentro de unos meses cumple 18 años.

Algunos de nuestros amigos y bienhechores nos han hecho llegar donativos para los damnificados del terremoto. Estos recursos los hemos empleado básicamente para material de construcción en el Estado de Morelos y para material médico para el Hospital Macedonio Benitez Fuentes en Juchitán, Oaxaca. Hasta enero de 2018, dicho hospital estuvo alojado bajo lonas en la cancha de fútbol del pueblo. Ahora se pudo trasladar a un alojamiento provisional en lo que fue alguna vez un centro cultural, junto a la central de bomberos. Allí les sigue faltando todo tipo de material, desde batas para los médicos y ropa estéril para el quirófano hasta tiras para medir el nivel de glucosa en sangre y colchones especiales. Desgraciadamente los años no pasan en vano y así es que nos hemos visto obligadas en algunas ocasiones a reducir el ritmo de nuestras actividades. Pero el segundo semestre de 2017 nos ha dado nuevas energías y un importante impulso, por lo que agradecemos de todo corazón a nuestros amables donadores, también en nombre de los diversos beneficiarios.

Informe semestral de actividades 2014-1

Casi sin darnos cuenta pasaron los meses y ha llegado el momento para rendir cuenta de nuestras actividades a lo largo del primer semestre de 2014.

Gabriel

Gabriel

En este lapso tratamos,  ante todo, de facilitar a diversas personas  con discapacidad  los implementos necesarios para mitigar su problema, ya sea donándoles tales equipos  o prestándolos por tiempo indefinido, o ayudándoles con préstamos para la adquisición de los mismos.  De esta manera, obsequiamos una andadera a una persona mayor en Chiautla y pudimos poner a disposición de  personas con discapacidad severa  en Tepexpan y en Chiautla cuatro sillas de ruedas reclinables. Por otra parte pudimos  facilitar a  tres personas  sillas de rueda extra ligeras que Noé Martínez, el técnico de nuestra confianza, logró adquirir  en condiciones sumamente convenientes en los EUA. Este tipo de sillas confiere a los usuarios una mucho mayor movilidad y autonomía , ya que ellos mismos pueden ensamblarlas  así como desarmarlas y guardarlas.  Uno de ellos, gracias a este nuevo equipo,  incluso tiene la intención de participar  en actividades deportivas. Sigue leyendo

Informe semestral de actividades 2013-2

San Antonio de las Huertas

A) Maricela

Después de que tuvimos que dar por hecho que había dejado de funcionar el riñón que hace tres años le fue donado a Maricela por su mamá, de modo que la joven tuvo que regresar a las  sesiones regulares de diálisis, gracias a la recomendación de una doctora amiga y de la Asocia­ción Ale logramos que Maricela fuese aceptada como paciente del Instituto Nacional de Nutri­ción. Sigue leyendo

Informe semestral de actividades 2013-1

El comienzo de este año se vio ensombrecido por las preocupaciones por la salud de Maricela Sánchez, que en enero sufrió una grave recaída. Debido al riesgo de un rechazo agudo del riñón transplantado había estado en tratamiento en el Hospital de la Raza del Seguro Social, donde se le dio de alta ante una respuesta insatisfactoria al tratamiento. Pocos días después esto derivó en una crisis que la llevó al borde de la muerte y que sólo logró superar gracias a los intensos esfuerzos del equipo en torno al médico que había llevado a cabo el transplante en una pequeña clínica privada en Toluca. Estos acontecimientos imprevistos dieron lugar a que nuestro modesto presupuesto se desequilibrara desde el principio del año, al grado que nos vimos en serias dificultades para cumplir otros compromisos. Sigue leyendo